El ecosistema
digital era un concepto totalmente desconocido para mí por lo que no me había
planteado nunca si yo tenía de eso.
Entendiéndolo como un sistema compuesto por herramientas
digitales y sus interacciones para recibir almacenar y recomendar información,
pienso que hoy en día, todos tenemos un PLE en mayor o menor medida. Y por lo
tanto, yo también.
Este ecosistema digital lo utilizo tanto en el día a día;
mediante redes sociales de uso más lúdico como Facebook, aplicaciones móviles,
buscadores de internet etc., como de manera más técnica mediante bases de datos
(PubMed), gestores bibliográficos y
ahora, el blog de esta asignatura.
De todas
maneras, mi sistema personal y el profesional también están bastante entrelazados,
igual que ocurre en la mayoría de los casos: los buscadores pueden ser los
mismos para ambos propósitos o, como llevamos
viendo en varias entradas, hay investigadores que dan tanto uso particular como
profesional a redes sociales no específicas para científicos.
En mi
opinión, que las herramientas para recibir información personal y profesional se
crucen es bastante inevitable pero creo que en los canales para recomendar o
transmitir información se deberían utilizar perfiles separados. El objetivo de esto último sería gestionar
una buena reputación online. Esto es importante dado que vivimos en una
sociedad globalizada y digitalizada en la que cualquiera puede tener acceso a
cosas que publicaste de una manera más particular o personal y que podrían perjudicarte
como investigador.
