viernes, 30 de diciembre de 2016

Divulgación y yo




Reflexionando sobre el tema, me he dado cuenta de que prácticamente no consumo divulgación. Podría decirse  que es por desinterés informado, porque creo  que sí se a donde debería  acudir en busca de este tipo de información: Desde conocidas revistas (aunque estas, no sé por qué, no me generan tanta confianza) hasta blogs y páginas especializadas, pasando por libros clásicos que en mi caso,  siempre me han recomendado varios profesores (“El gen egoísta”,” Decostruyendo a Darwin” etc.)  pero  que por pereza nunca he leído. Cabe remarcar que el autor de este último, Javier Sampedro,  es un divulgador muy conocido y casi lo podría considerar clásico ya que escribe en El País desde hace 21 años.

Lo que sí suelo hacer es leer las noticias del entorno de la biomedicina que aparecen en periódicos y revistas con ojo crítico. Muchas veces los titulares de estas son demasiado “sensacionalistas” pero cuando compruebas lo que ha dicho el investigador o incluso profundizas leyendo  el artículo original de la investigación descubres que quizá era exagerado. Un ejemplo , estos días he visto el siguiente titular por todos lados: “Científicos españoles revierten el envejecimiento”, es un gran avance por supuesto , pero se ha conseguido en ratones y mediante una técnica no aplicable a humanos, al contrario de lo que sugerían  algunos medios.

jueves, 29 de diciembre de 2016

Divulgación




Hasta ahora nos habíamos centrado en la comunicación formal en ciencia pero hoy toca ir un poco más allá y hablar de la comunicación no formal, es decir, la divulgación. Para ello intentaré contestar a las siguientes cuestiones:


1-¿Hay redes sociales específicas de científicos? ¿Tienes perfil en ellas? ¿Por qué?
2.- ¿Se te ocurren usos profesionales de tuiter? ¿Qué comentario te merece el artículo de Nature sobre el tema?

Antes de conocer un poco más de cerca el mundo de la investigación no había oído hablar de ella, pero ahora mismo la red social específica para científicos más común para mi es Research Gate. En ella los investigadores tienen un perfil en el que se puede acceder a sus artículos directamente e incluso existen foros donde compartir dudas o intereses con otros científicos. A pesar de que los foros me han resultado muy útiles varias veces,  era un poco reticente a hacerme un perfil, pero este curso me ha abierto los ojos respecto a la importancia de la presencia online así que me tendré que hacer uno próximamente.

 Sin embargo, según el artículo sobre la utilización de redes sociales por parte de los científicos (Nature), parece que las redes sociales quizá más específicas, Research Gate y Academia.eu, se acaban utilizando como simples perfiles públicos por si alguien se quiere poner en contacto con los investigadores. Por el contrario, twitter es la red más interactiva entre científicos. Es aquí donde más publican acerca de su trabajo y más comentan sobre investigaciones de su campo.
Este hecho ahora no me sorprende ya que en las entradas anteriores ya se comentaba la tendencia de algunos invesigadores a publicar sus resultados por twitter. Por lo tanto,  es lógico que estas publicaciones generen discusiones así como que sus autores le den un uso menos formal compartiendo publicaciones de otros investigadores o incluso noticias a un nivel más divulgativo. 

3.- ¿Has hecho divulgación antes? ¿Con lo que has leído crees que harás en el futuro? ¿Te parece difícil integrar la divulgación como una tarea más?

Respecto a la divulgación, no tengo mucha experiencia pero sí que me ha tocado participar en  visitas que se hacen al laboratorio. Esta comunicación me gusta especialmente porque tienes contacto directo con tu “público”; te das cuenta de que la gente realmente tiene interés y puedes ser consciente de si están entendiendo el mensaje que les intentas transmitir. Es muy gratificante, pero me quedo con la sensación de que podríamos hacer más, más visitas, salir a la calle, ir a centros educativos etc.  Es por esto que me gustaría hacer más divulgación en el futuro, entiendo que es un esfuerzo pero también creo que es imprescindible. Pienso que todos los que nos dedicamos a la ciencia vemos la necesidad de transmitir nuestros conocimientos a un público más general, para fomentar el pensamiento crítico y combatir así la pseudociencia por ejemplo, pero preferimos que ese trabajo de divulgación lo haga otro. Después de ver la charla de  Miquel Duran creo que deberíamos empezar a asumir la divulgación como una parte más de nuestro trabajo  e integrarla en el día a día. Pero como otras tantas cosas, es fácil decirlo pero no tanto hacerlo…

viernes, 23 de diciembre de 2016

Referencias




El artículo que voy a analizar es un artículo original muy reciente y bastante representativo de los que se publican o nos toca leer a diario en mi campo:

       
Resumiéndolo de una manera sencilla, en este artículo se sugiere, por primera vez, que el “apagado” de un gen concreto podría ser clave en la aparición del cáncer de pulmón

El número total de referencias  que presenta es de 23.

Se acerca al número habitual que se suele  ver en otros artículos del mismo estilo. Pueden parecer pocas, pero debemos tener en cuenta que consiste en la primera descripción de la alteración de este gen y su función en el cáncer de pulmón. Por lo que, como es lógico habrá pocos artículos que exploren el tema.  Ocurre lo contrario en las revisiones  donde el número total de referencias es mucho más alto. Suelen rondar entre las 100 y 200 ya que en estas publicaciones lo que se realiza es, como el propio nombre indica, una revisión bibliográfica de un tema específico.

Volviendo a este artículo en concreto, el máximo de referencias (16) se encuentra en la discusión, no es lo más común pero esto puede ocurrir en los artículos dado que en este apartado toca interpretar e incluso justificar los resultados. De esta manera, en este apartado se citan resultados de otros autores con el propósito de ratificar los propios y se proponen conclusiones referenciando las de otras investigaciones  con el fin de darles credibilidad.
También hay un número considerable de referencias concentrados en la introducción (7). En este caso, lo que se pretende es contextualizar el tema y tratar el estado de este.

En conclusión, tanto en este artículo como en el resto, las citas dan veracidad a los argumentos  que se presentan  y demuestran conocimiento sobre la materia que se investiga.